¡ADIÓS AL MIEDO!
- Angélica
- 26 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Termino Octubre y ya llegamos a noviembre, con este mes, que concluye en Halloween, y se junta con Día de muertos, para los niños, adolescentes e incluso uno que otros adulto, se traduce en fiesta, dulces, bromas fantasmagóricas, monstruos y miedos, justo esto último me hace pensar en nosotros mismos, en nuestros mounstros, fantasmas, en nuestros miedos.
Todos los tenemos, y van desde simple miedo a cucarachas hasta miedo a no cubrir nuestras expectativas, pero lo cierto es que pocas veces reflexionamos acerca de este.
El miedo es una emoción, y aunque desagradable, es muy necesaria, ya que nos ayuda a mantenernos a salvo, provoca un conjunto de reacciones, que someten al cuerpo a un estado de máxima alerta. Cuando sentimos miedo la sangre se reparte en lugares precisos, puede ocurrir que nuestro organismo se paralice, o que sintamos angustia, tensión, ansiedad, nerviosismo, preocupación, inquietud, y en un nivel más grave, la fobia y pánico.
Pero a su vez podemos tener: miedos reales, son aquellos que podemos identificar porque existen, son ciertos, son reales, por ejemplo, estar a mitad del bosque y que nos salga de frente una víbora de cascabel, es normal sentir miedo y salir corriendo, pero por otro lado, también está el miedo irreal, este tiene su origen en un pensamiento imaginario, distorsionado y catastrofista. Por ejemplo, el miedo a las ratas o el miedo a hablar en público, que son miedos no adaptativo, en los que en realidad no existe un peligro.
En algunas ocasiones este miedo irreal nos paraliza y nos autolimita a realizar cosas importantes para nosotros, para nuestro desarrollo personal o para nuestra autoestima, por ejemplo, miedo a quedarnos solos, a alzar la voz, miedo al cambio...
Y justo este artículo es una invitación a deshacer eso que paraliza, que no deja ser, que quita el sueño; y por eso aquí te sugiero este ejercicio:
[if !supportLists]1. [endif]Piensa en tus miedos
[if !supportLists]2. [endif]Diferencia si es real o irracional, para hacerlo te puedes preguntar ¿qué prueba o evidencia tienes de que es cierto? Y contéstalas
[if !supportLists]3. [endif]Que es lo peor que te puede pasar
[if !supportLists]4. [endif]Construye un pensamiento positivo
[if !supportLists]5. [endif]Ponlo en práctica

El miedo es importante en situaciones que podrían poner nuestra vida en peligro, pero el problema es sentirlo cuando no hay motivo real, porque nos lleva a pensar los más catastróficos y peores escenarios, pero también los menos probables, así que la próxima vez que sientas miedo, pregúntate ¿es real?...





Comentarios