TIEMPOS MODERNOS
Cuando mi hijo iba en 2° de primaria tenía una maestra muy comprometida, entregada e idealista (recién había salido de la Escuela Normal) realmente quería provocar un cambio en el mundo no solo través de sus alumnos, sino también de los padres de familia a quienes nos dejaba tareas (independientes a las de los niños) como visitas a museos, análisis de poesía o reflexiones, lecturas de libros etc. de los que había que entregar reportes y evidencias, era de esperarse el descontento generalizado y las quejas que provocó, pues nosotros ya nos creíamos libres de tales martirios -como se conceptualiza generalmente a las tareas-. Sin embargo al paso del tiempo nos dimos cuenta (al menos yo) de que las actividades impuestas por la maestra no eran del todo desagradables e incluso en lo particular llegué a disfrutarlas mucho. Una de ellas, la que me causó la más grata sorpresa fue ver una película antigua, muy antigua diría yo, imagínense del cine mudo, llamada “Tiempos Modernos” y estelarizada nada más y nada menos que por Charles Chaplin.
Se trata de una comedia del cine mudo, porque aun cuando la musicalización ya está integrada en la cinta, todavía no hay diálogos sonoros. Muestra una serie de enredos en los que se ve involucrado un obrero que queda reducido a fungir como mero ejecutor de tareas mecánicas (vaya tortura para una mente creativa) y pierde su empleo al no poder adaptarse al frenético ritmo del proceso automático de producción, engrosando así las ya pletóricas filas de desempleados durante la Gran Depresión en Estados Unidos.
Dentro de las escenas memorables mencionaré solo algunas pues es mejor que se echen un clavado al baúl de los recuerdos cinematográficos y la vean ustedes mismos: Me pareció muy lindo que Chaplin hace gala de gran caballerosidad inculpándose del robo del pan, para posteriormente refugiarse en sus sueños de tener una vida mejor, en una pequeña casita, junto a la joven a quien salva; por cierto el detalle de la vaca es genial. Cabe la reflexión en varios puntos, como el hombre fortachón y sin camisa, que al observarlo cualquiera diría que se dedicaba al más arduo trabajo físico, pero ¡oh, gran decepción! se acerca a la máquina únicamente a mover un par de botones. También la escena en la que los animales son comparados a las personas que avanzan y se abren paso a base de empujones y resulta impactantemente similar ¡qué pena! Por otro lado pareciera exagerada la vigilancia que ejercen sobre los empleados en la fábrica, al grado que no podían siquiera tomar un breve receso en el baño, pero lamentablemente es una realidad en nuestros días. Tal vez Chaplin tenía algún parentesco con Nostradamus porque resultó un gran clarividente.
De entre las rutinas cómicas no logro decidir cuál fue la mejor: cuando Chaplin es obligado a cooperar con la demostración de la máquina alimentadora, cuando escapa de la julia (patrulla), cuando patina en la tienda, cuando sale de la cárcel o mejor dicho cuando consigue su libertad al ayudar a aprender a unos bandidos traficantes de drogas que estaban por escaparse. Todas ellas son fantásticas con el más puro y limpio humor. En particular cuando Chaplin es deglutido por una máquina, podemos observar una clara metáfora de como el hombre moderno es absorbido y devorado por su trabajo y efectivamente pierde la razón, pues solo así se puede entender que deje de importarle lo verdaderamente trascendental en la vida, como es el amor y la familia.
Me gustó mucho el final, no se puede frenar el avance vertiginosos del progreso y la tecnología, sin embargo nadie te puede quitar la esperanza de un futuro mejor, la pareja protagónica camina hacia un espléndido amanecer y nadie podrá arrebatarles el derecho inalienable (establecido en la Constitución de los Estados Unidos de Norte América) de la búsqueda de la felicidad, “the pursuit of happiness”. La película me FASCINO de principio a fin, desde el dramatismo de la muerte del padre de Paulette (la protagonista femenina), hasta la divertida canción “Charadia” (aunque creí identificar un claro acento francés, después me pareció italiano, no obstante entendí una que otra palabra en inglés). Quizás alguien logré descifrar que idioma es, y me avisan, ahí se los dejo de tarea. Esta cinta es sin lugar a dudas una joya de la cinematografía, una verdadera obra de arte y de una calidad indiscutible.